martes, 2 de septiembre de 2008

examen mensual 2



Muchos siglos antes del surgimiento del Imperio Inca en nuestro continente, fue construido en este Perú milenario un monumento único en su género: las "líneas de Nasca". ¿Cuál era el motivo de su mensaje a las generaciones venideras?
Descubiertas en 1939 por el científico estadounidense Paul Kosok, estas fabulosas líneas que permanecían en el anonimato, despertaron posteriormente el interés de una gran investigadora: la doctora María Reiche . Ella nos explica cómo estas líneas eran usadas por los antiguos astrónomos peruanos tal como si fuesen un gigantesco calendario solar y lunar, cobijado en la arena y en las borrosas leyendas y mitos de los lugareños.
Las imponentes y enigmáticas "Líneas de Nasca" son uno de los más importantes legados de las antiguas culturas pre-incas peruanas: fuente de conocimiento y registro asombroso de los fenómenos celestes.




El topónimo de la ciudad fue el quechua Qusqu o Qosqo. La tradición afirma que significa centro, ombligo, cinturón; esto porque, según la mitología inca, en ella confluían el mundo de abajo (Uku Pacha) con el mundo visible (Kay Pacha) y el mundo superior (Hanan Pacha). De este modo, la ciudad fue y es llamada el ombligo del mundo, en referencia al universo. Sin embargo, ninguna lengua quechua moderna contiene dicho nombre asociado al mencionado significado.
A la llegada de los conquistadores españoles, su nombre pasa al castellano como Cuzco o Cusco. Ambas denominaciones son utilizadas indistintamente desde entonces.

No hay comentarios: